Siete fueron las regatas Buenos Aires-Río en las que participó Omar Lauda en sus setenta y siete años de edad.
Es el timonel del Big Bang, embarcación que participó en la XXV° Regata Buenos Aires- Rio de Janeiro y ganador del Premio Academia del Mar otorgado al tripulante de mayor edad. No es un tema menor ya que esta es una regata oceánica de gran exigencia.
Poco antes de embarcarse durante más de 216 horas –para desfilar y luego navegar hasta la Cidade Maravilhosa- contestó algunas preguntas.
¿Cuántas ediciones corriste?
Es la séptima regata a Río de Janeiro, pasaron tantos años que no me acuerdo cual fue la primera edición. Tengo dos abandonadas, pero en las otras llegué.
¿Qué es lo que te hace volver a correr esta regata?
Eso es lo que a veces uno se pregunta y no sabe por qué. Pero volvés, siempre volvés. Aunque te hayas amasijado un poco. Es una atracción que no la explicas bien pero siempre querés retornar al agua y al mar.
¿Con que tripulación corres?
Me están empujando. La verdad no tenía pensado correr, tenía el barco desarmado y bueno, me insistieron unos chicos que ya habían corrido conmigo a Río. Se armó. Más o menos quedó todo bien armado, estamos tranquilos. Corro con Carlos Gustavo Herrera Gayol, Esteban Torchiana, Andrés Day, Pablo Fenouil, Julián Rossi, Federico Brufal, Tomás Diego Muller, Bernardo Federico Borchard. Quiero agradecer a Cachito Monllor que me ayudó mucho.
¿Cuál es el objetivo de esta regata?
Llegar. Disfrutar. Si se puede estar bien colocado, mejor. Aunque no estemos en punta, lo disfrutamos igual.
Nueve días después, con su llegada a Río de Janeiro luego de recorrer las 1200 millas, Omar es el mejor ejemplo de que, como dijo Pablo Picasso: “la juventud no tiene edad”.