Comentario del Ing. Jorge Pérez Patiño
Cada cual atiende su juego.
Todos mirando a todos, nadie arriesga.
Luego de tres días y dieciséis horas de regata la flota se encontraba en proximidades de Florianópolis.
Los primeros siguen buscando algún plus de velocidad con el viento moderado que van encontrando, de direcciones variables.
Por tal razón a veces se los ve yendo hacia la costa, a veces afuera. Continúan los caprichos de Eolo, no permiten establecer una estrategia clara y mientras tanto hay que cuidar a los rivales haciendo navegación táctica.
El cansancio de las tripulaciones se acumula, aunque bastante mitigado por las condiciones benignas que este año les toca. Los más preocupados son los freezers, que ven mermar su contenido, mientras la hora de arribo todavía no parece muy cercana. De no haber lluvia no existe posibilidad de bañarse y/o lavar ropa, lo cual desafía duramente a los antitranspirantes que prometen 24 horas de protección en las góndolas de los supermercados.
El Pulpo de la Calma ya comienza a tener reflejos de Pavlov a medida que las naves se acercan a su Reino de Guanabara. Los está esperando con ansiedad creciente.
Otro factor a tener en cuenta son las corrientes de marea, que cuando fluyen del continente al mar suelen ser un freno muy importante a quienes intentar avanzar a vela.
El Oráculo digital sigue prediciendo la llegada de los primeros entre las 8 de la mañana del Viernes y las 18, dependiendo de los pronósticos de distintos modelos meteorológicos, cada uno con sus propios métodos.
Ayer a las 19 se registró el abandono del Paisano, que no informó motivos pero por comunicación se supo que están todos bien y luego a las 23:30 el Sur, también todos bien, con algún inconveniente menor en el barco.
Desde aquí los seguiremos siguiendo a todos, como ha ocurrido desde la largada.